Muchas personas conviven con pérdidas de orina sin saber que tienen solución. La incontinencia urinaria puede afectar la autoestima, las relaciones personales y la vida diaria, pero con el tratamiento adecuado, es posible recuperar el control
¿Pierdes orina sin querer? No es normal, y tiene solución
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, y puede aparecer en muchas situaciones distintas. No es solo cosa de la edad: también afecta a mujeres jóvenes, hombres tras una operación y personas activas.
Tipos principales:
De esfuerzo: al estornudar, reír o moverse.
De urgencia: con ganas repentinas que no se pueden controlar.
Mixta: combinación de las dos anteriores.
- Por rebosamiento: suele estar asociada a problemas prostáticos.
¿Por qué me pasa a mí? Causas más frecuentes y cómo detectarlas a tiempo
Las causas pueden ser físicas, hormonales o neurológicas. Las más habituales son:
Debilidad de la musculatura del suelo pélvico
Cambios hormonales (como la menopausia)
Parto vaginal o cirugías previas (como la prostatectomía radical en hombres)
Próstata aumentada (hombres)
Determinadas enfermedades neurológicas
Factores como la edad, la obesidad o ciertos medicamentos
Tratamientos que funcionan: del suelo pélvico al Botox® y la cirugía
En Arzoz Urología en Girona abordamos el tratamiento de forma progresiva y personalizada para cada paciente:
Ejercicios de suelo pélvico – Entrenamiento muscular efectivo, especialmente útil después del parto o la menopausia.
Fisioterapia uroginecológica – Sesiones con especialistas para mejorar la fuerza y el control de la zona pélvica.
Entrenamiento vesical – Aprender a controlar la urgencia urinaria con técnicas de reeducación.
Medicación – Fármacos para controlar la vejiga hiperactiva.
Tratamientos mínimamente invasivos – Inyecciones intravesicales de Botox®, inyecciones uretrales de Bulkamid®.
- Cirugía funcional – Técnicas adaptadas a cada caso: mallas (T.O.T®, Reemex® femenino o masculino), Atoms®, etc.
Vivir con incontinencia no es una opción: actúa hoy
La incontinencia urinaria no es una parte inevitable del envejecimiento. Tiene tratamiento, y cuanto antes se actúe, mejores son los resultados. Lo más difícil, muchas veces, es dar el primer paso: hablar del problema.